Título: CRIMSON WARRIORS.

Autor: Juan Torres.

Técnica: Acrílico sobre lienzo.

Año: 2025.

Medidas: 90 X 110 cm.

Canto: 3,5 cm (pintado).

Estas tres mujeres no están posando; están vigilando.

He decidido despojarlas de tonos de piel cálidos y naturales para darles esta apariencia de ceniza o piedra. Hay una historia dura detrás de esa elección: sugiere que han pasado por el fuego y han sobrevivido. No son frágiles; están curtidas. Su resiliencia es visualmente palpable; parecen estar hechas de un material que no sangra, que aguanta el golpe y se mantiene firme.

La figura central es el ancla. Su mirada no pide permiso ni busca aprobación; nos confronta. Hay un desafío silencioso en sus ojos. No hay miedo en ellas, solo una certeza absoluta de quiénes son y del territorio (físico o espiritual) que protegen.

Las lanzas que portan son extensiones de esa voluntad. No las he pintado en posición de ataque inminente, sino en descanso activo. Eso es crucial: su valor no reside en la agresión, sino en la capacidad de estar presentes, de sostener la línea cuando todo alrededor (ese fondo caótico) parece desmoronarse.

Si sus cabezas son la mente fría y calculadora de la guerrera, sus cuerpos envueltos en rojo son el corazón ardiente. Representan la pasión, la sangre y la vida que preservan. Es una hermandad silenciosa. No necesitan mirarse entre ellas para saber que están respaldadas; su conexión es implícita.

Crimson Warriors es, en definitiva, un monumento a la dignidad inquebrantable. Es la imagen de tres mujeres que, ante la adversidad, decidieron no retroceder ni un milímetro.